Crítica filosófica referente al
análisis artístico de
La Guernica de Pablo Picasso
Por Karina Medina
El presente ensayo nos muestra un análisis general de la crítica
filosófica proveniente de varios autores, aplicada en la obra de arte La
Guernica de Pablo Picasso. Tomaremos en cuenta los siguientes conceptos: La
belleza y lo sublime según Immanuel Kant, lo apolíneo y dionisiaco según
Frederick Nietzsche y el método fenomenológico y sus elementos según Edmund
Husserl. Considerando las anteriores definiciones, ubicaremos tales rasgos en
la magnánima obra del pintor español y sacaremos diversas conclusiones.
Lo bello y lo sublime para Kant
Para Inmanuel Kant la categoría más importante de lo estético es lo
bello; y desde esta categoría se desprende lo sublime, lo feo, lo trágico y lo
grotesco. La Guernica de Pablo Picasso es un cuadro sublime, es decir, está
concebido bajo los fundamentos de la estética de lo sublime. La grandeza de
dimensiones en la representación plástica es causa para que se produzca lo
sublime y así es en La Guernica. El cuadro es sí mismo es inmenso, sus
dimensiones son de 7,76 x 3,49 m; lo que requiere para su exposición un lugar
de grandes dimensiones. Esta grandeza de dimensiones conjuga tres aspectos
físicos: la gran dimensión del cuadro; la grandeza de las figuras representadas
en la obra y el lugar de exposición. Todo con el fin de lograr un sentimiento
sublime; y según Kant, lo sublime es causa de admiración y siempre trata de
objetos grandes y con naturaleza de poderío lo cual revela nuestra finitud e
impotencia física. Pero ¿por qué más es sublime La Guernica? En esta obra hallamos
muchos objetos sin forma y aquí vemos representado lo ilimitado, porque si bien
es sabido que los personajes de la pintura representan al sufrimiento y el
dolor presentes en la guerra civil española, el sujeto observador deja de lado
todo concepto pre determinado y se proyecta. Al contemplar La Guernica, el
observador pasa a un estado del espíritu que se da cuando la forma sensible
sobrepasa la capacidad de aprehensión de la imaginación. Incluso la tragedia,
lo horrible de la guerra y el dolor pasan a un valioso e inconsciente segundo
plano en el que no deja de imaginar lo que puede estar transmitiendo y
comunicando la obra, y contempla la belleza del cómo está hecho el famoso
cuadro.
En esta obra de Picasso, la
imaginación de nuestro espíritu excede a las representaciones del toro, la
mujer con su bebé, el caballo, etc. que fácilmente se pueden juzgar como bellas.
Más bien, las imágenes exigen en el espíritu humano una facultad de
suprasensibilidad, pues según Kant, sólo mediante ella es totalmente
comprendido lo infinito del mundo sensible de una obra. La Guernica tiene
naturaleza sublime pues la infinitud de su contenido (ya sean las formas
cubistas, los aires surrealistas, la carga política y social y su esencia de
protesta) la experimenta el sujeto en sí mismo cuando capta la potencialidad de
expandir la imaginación con la ayuda de la razón y la sensación de
desbordamiento hacia lo infinito, lo cual tiene lugar en su interior.
La Guernica contiene lo sublime matemático pues lo matemático (que es más
intelectual y por lo tanto abstracto) muestra el peligro, la inquietud, el
desasosiego sin sentirlo en carne propia. Lo matemático no es riesgoso como lo
dinámico que enfoca lo sublime de la naturaleza. En las imágenes de la guerra
española podemos observar lo desgraciado que puede ser un tiempo de guerra, lo
horrendo y desastroso que pudo llegar a ser el proceder de Franco con la ayuda
de Hitler y Mussolini, sin embargo, no somos parte de ello, pues estamos fuera
de la magnitud de la naturaleza. Nuestra imaginación se activa, nuestro
espíritu está inquieto, generando ideas en el ámbito de la razón pero seguimos
siendo sujetos observadores y no parte de. Como para dar un ejemplo: si
fuésemos parte de una espectáculo de auroras boreales en Islandia, quizá lo
sublime dinámico cobre sentido pues seríamos parte de aquello que la naturaleza
nos ofrece en vivo y en directo e incluso nuestra producción de ideas e
imaginación conformarían lo sublime dinámico y peligroso.
Concluyo en que La Guernica de Pablo Picasso es una obra de arte posible
de analizar desde los rasgos estéticos kantianos. Pertenece al tipos de
creaciones sublimes y encaja perfectamente en lo sublime matemático. Mucho más
allá de las características abstractas, surrealistas o cubistas con las que
cuenta la obra, es un objeto de análisis filosófico como toda obra de arte que
siempre tiene algo que comunicar.
Entre lo apolíneo y lo dionisiaco de
Nietzsche
Por un lado, debemos
considerar que para Nietzsche lo apolíneo es lo perfecto; y en relación a
los principios del arte, el filósofo manifiesta en El origen de la tragedia
que este aspecto representa a la medida, la forma y la luz. En otras palabras,
estamos hablando de la belleza de la estructura y lo estético. Por otro lado,
Nietzsche considera a la realidad en sí, salvaje e intacta como lo dionisiaco.
Es por esta razón que para él, el arte se compone de ambas representaciones
pues las dos generan el equilibrio del objeto artístico.
Considero que en la obra La
Guernica de Pablo Picasso la temática contiene rasgos dionisíacos pues en la
temática de esta yacen temas como el dolor, la muerte, la guerra, lo trágico; y
bajo esas premisas, puedo decir que en ellas se manifiesta de manera intrínseca
aquello que Nietzsche asocia al caos, inestabilidad y confusión. Si bien es
cierto, lo dionisiaco está relacionado también con las bajas pasiones pero
debemos cavilar en el hecho de que el contexto hostil de la guerra como asunto
universal que manifiesta Picasso contiene toda aquella fuerza natural que
genera los bajos instintos del hombre.
Si buscamos los rasgos
apolíneos en La Guernica, los hallamos en las características propias de la
técnica que utiliza Picasso para la creación magnánima. Observamos el
equilibrio que se puede encontrar en la reproducción de una obra de arte como
esta; de contenido tan caótico pero que cuenta con una elaboración cubista
ordenada, aplicando proporciones mesuradas. El artista saca belleza desde el
caos, gracias al uso de la razón para crear una pieza que cuenta con un orden,
estabilidad y luz.
No obstante, a pesar de que Nietzsche considera que los rasgos dionisíacos pertenecen al ámbito artístico de la música, creo que La Guernica si contiene de la actitud dionisiaca en la realidad de su temática, porque apela al caos y todo lo referente a ello, pues afirma y abraza la existencia en toda su oscuridad, horror, dolor de la guerra civil y sufrimiento; y a la vez, contiene formas acabadas de creación plástica. Es posible que una obra como La Guernica se encuentre entre lo dionisiaco y lo apolíneo.
Husserl y lo fenomenológico
En este punto del ensayo, haré
una breve mención de la epojé y la hyle sensible de la obra, como
también mencionaré una interpretación de la obra como un objeto intencional
estético de la conciencia. Y finalmente mostraré mi deducción, la morphe intencional
de Picasso al crear La Guernica.
En el preciso instante en
el que observamos La Guernica y somos parte del momento puramente sensible (hyle)
de la conciencia en el que esta pieza artística es donada a nuestra mente como
la cosa sensible percibida por nuestros sentidos, podemos armar el posible
prejuicio (epojé) de que esta es un encuentro de simples personajes que por
cosa del destino se reúnen para cualquier vana actividad. Por la variedad de
personajes, tendríamos asegurado el abandono de nuestros prejuicios y todo
aquello que quizás conocemos (o no) de lo contemplado en la obra. El toro, el
caballo, la mujer y su niño, etc. son simple y llanamente referentes que nos
conducen de manera consciente a momentos quizá conocidos. Sin embargo, como ya
hemos mencionado antes, La Guernica de Picasso fue creada y valorada bajo un
contexto de ardua carga política y social; por ende, tiene un concepto
intrínseco el cual nos resuelve el porqué de su existencia como obra de arte
clásica. Pero, a pesar de esto, mi interpretación de la obra como un objeto
intencional estético de la conciencia fue tan sencilla como lo redacto en el
segundo párrafo de este informe. Al tener como referencia ciertos significados
de los personajes observados en la obra, es sencillo definir lo visto sin
introducirnos en el método fenomenológico de Edmund Husserl.
No obstante, La Guernica
nos da innumerables sensaciones del fenómeno que es, Pablo Picasso tiene una morphe
intencional al momento de crear La Guernica. A continuación, nos
introducimos en una de las partes más importantes del método fenomenológico de
Edmund Husserl. El filósofo dice que objeto debe ser investigado para poder ser
definido y es preciso entender al objeto donado a la conciencia por lo que es y
no por lo que simplemente se ve. Es así que definimos aquí la forma intencional
de Picasso al momento de pintar La Guernica. Pablo Picasso pintó la Guernica
como un encargo del Gobierno de la Segunda República Española para ser expuesto
en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París.
Inmediatamente se convirtió en un alegato contra las guerras y un símbolo de
los movimientos pacifistas de todo el mundo. Picasso pinta sobre un óleo de
medidas de 776,6 cm x 349,3 cm, nueve personajes: cuatro mujeres, un
caballo, un toro, un pájaro, una bombilla y un hombre, en una obra de arte de
técnica, óleo sobre lienzo de estilo, cubista, surrealista y expresionista. Y
son justamente estas cualidades de la obra a las que podríamos definir como
parte de aquello morphe intencional, perteneciente a la gran obra La
Guernica de Pablo Picasso.